Mañana del miércoles 23 de agosto de 2017. Me despierto y estiro el brazo para alcanzar el móvil, que marca las 9:55 de la mañana. Buena hora para levantarse en vacaciones. Como de costumbre, activo el WiFi para pasar de esa ignorancia mañanera ante el mundo exterior propia del recién despertado al ajetreo de mensajes y notificaciones llegadas durante la noche.
La noche anterior me había acostado con las noticias sobre las negociaciones entre los Boston Celtics y los Cleveland Cavaliers para traspasar a Kyrie Irving a Boston a cambio de Isaiah Thomas. "Imposible", pensé como aficionado a unos Boston Celtics enamorados de Isaiah Thomas por todo lo que ha supuesto para la franquicia verde estas dos últimas temporadas. Estaba convencido de que Thomas no se movería, no sólo por su estelar rendimiento deportivo, que ha devuelto a los Celtics al lugar ganador al que pertenecen, sino también por su excelente relación con la directiva y con la ciudad de Boston. Una relación de la cual me había enterado a través de mucho leer y escuchar sobre la NBA.
Thomas, elegido en la última posición del draft del 2011 y, pese a mostrar su talento ofensivo prácticamente desde el inicio de su carrera, fue dando tumbos por diferentes equipos mediocres que no supieron utilizar su talento, hasta que Boston apostó por él y le entregó las llaves del equipo. Thomas demostró entonces el jugadorazo que es, sobre todo en esta última temporada en la que ha sido el tercer máximo anotador de la NBA y ha liderado a los Celtics hasta las finales de la Conferencia Este. La simbiosis Isaiah Thomas - Boston Celtics funcionaba a la perfección para ambas partes: los Celtics confiaron en Thomas otorgándole minutos y responsabilidad y construyendo un equipo ganador a su alrededor, y este respondió con creces, convirtiéndose en el icono del equipo y de la ciudad, volviendo a poner a los Celtics en el mapa de los mejores equipos de baloncesto del mundo.
Por la otra parte, sobradamente conocida era la petición de traspaso que Irving había comunicado a su equipo, los Cleveland Cavaliers, por una serie de desavenencias con la directiva y por el papel secundario del base en el equipo, siempre a la sombra de Lebron James. La situación de Irving, uno de los mejores bases de la liga, era ya insostenible en Cleveland, y los Cavaliers se veían obligados a traspasar a su segunda estrella cuanto antes si querían evitar un infierno en el vestuario durante la temporada. Esta parte del traspaso cuadraba, pero no la otra de Thomas y los Celtics, por los motivos que he explicado anteriormente. Y es fácil saber que en la NBA, una operación de traspaso nunca se lleva a cabo si tan sólo una de las partes está interesada. Lógico y evidente.
El "problema" es que los Celtics, al contrario de lo que yo pensaba, sí estaban interesados. Esta mañana, cuando activé el WiFi en el móvil, ocurrió. Notificaciones de aplicaciones de NBA, mensajes de amigos sorprendidos por el traspaso, redes sociales llenas de mensajes y fotos sobre la operación... El traspaso se había hecho realidad. Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Zizic y la elección del draft de 2018 de los Brooklyn Nets, hasta entonces propiedad de los Celtics, irían a Cleveland a cambio de Kyrie Irving.
Se trata de un traspaso de una magnitud aún desconocida porque los resultados están por verse, pero desde luego monumental y "terremótica" por la calidad y la relevancia de los jugadores traspasados y sus destinos. Boston y Cleveland, los dos mejores equipos del Este y los dos mayores rivales de esta conferencia, se estrechan la mano para intercambiarse piezas fundamentales antes de que comience la temporada.
Claves del traspaso
- Boston se hace con Kyrie Irving, insatisfecho con su situación en los Cavaliers por las operaciones de la directiva y, sobre todo, por verse como actor secundario por detrás de Lebron y no como estrella principal. Irving pasa a ser la estrella de los Celtics, reforzados tras la llegada de un agente libre de lujo como Gordon Hayward, pero también debilitados por las salidas de Avery Bradley y, sobre todo, de Isaiah Thomas, entre otros.
- Cleveland se hace con Jae Crowder, figura hasta ahora fundamental en los Celtics, sobre todo en la faceta defensiva. Fue Crowder precisamente uno de los encargados de frenar a Lebron en las últimas finales de la Conferencia Este, en la que los Cavaliers dieron pocas opciones a los Celtics, derrotándolos por 4-1. Ahora Crowder se antoja como suplente de lujo de Lebron, o incluso como titular para formar una dupla temible en ambos lados de la pista junto a Lebron.
- Cleveland se hace con Ante Zizic, procedente del Darussafaka Dogus de Estambul, equipo que ha disputado la Euroliga esta temporada. Es un pívot de 2,13 y 20 años con todo el futuro por delante que ha firmado 9 puntos, casi 7 rebotes y un tapón por partido en Euroliga. Aunque los Cavaliers habitualmente juegan sin un pívot puro y esa estrategia les ha funcionado hasta ahora, la llegada de Zizic podría cambiar esta tendencia, y el jugador croata podría disfrutar de minutos y desarrollarse en Cleveland hasta convertirse en un jugador cuyo techo desconocemos.
- Cleveland adquiere a Isaiah Thomas, hasta ahora jugador franquicia de los Boston Celtics y cuyo traspaso ha sido totalmente sorprendente. Su situación contractual (el año que viene tendrá que renovar su contrato y los Cavaliers tendrán que efectuar un desembolso importante o de lo contrario será agente libre) y la preocupación de Boston por su lesión en la cadera durante las series contra los Cavaliers parecen haber sido los principales motivos para deshacerse de él.
- Cleveland adquiere también la elección del draft de los Brooklyn Nets en el draft de 2018, hasta ahora perteneciente a los Celtics. Los Nets serán, posiblemente, uno de los peores equipos de la NBA, lo que significa que los Cavaliers tendrán, seguramente, una de las posiciones más altas para elegir en el mencionado draft. Esta es la pieza clave del traspaso y, en mi opinión, la que hace que los Celtics salgan como perdedores del traspaso, por ser un elemento de futuro importante, una potencial futura estrella de la NBA.
¿Qué equipo sale ganando?
La actuación de cada uno de los equipos esta temporada será un indicador muy claro de quién será el ganador del traspaso, pues todas las predicciones apuntan a una final de conferencia Cavaliers - Celtics. De darse esa final, el ganador tendría la batalla psicológica ganada frente al otro equipo y la sensación de haber salido ganando de este traspaso. No obstante, la victoria en una final de conferencia tiene un valor escaso si finalmente el equipo no vence en la siguiente ronda, las finales de la NBA, que previsiblemente volverán a jugar los Golden State Warriors como ganadores de la Conferencia Oeste. Por mucho traspaso e incorporación que se haya producido este verano en la NBA, nadie ha conseguido acercarse al nivel de los Warriors, al menos viendo las plantillas sobre el papel.
En teoría, los Celtics salen perdiendo de esta operación. Pierden a dos de sus estrellas y a un importante recurso para el futuro del equipo, la elección del draft de 2018 de los Brooklyn Nets. Aunque si se confirman los temores de los Celtics sobre la salud a largo plazo de Thomas y este no vuelve a su mejor nivel, y por el contrario Irving termina de explotar como superestrella de la NBA, el ganador claro serán los Celtics. Esto sólo son especulaciones personales, y las variables son infinitas. Como en cualquier operación, sólo el tiempo acabará determinando quién es el ganador y quién el perdedor del traspaso, si es que acaba por haber un perdedor. Sólo con el tiempo podremos evaluar la magnitud de este terremoto de una noche de verano.
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