Mi padrino siempre dice que cuando vives una experiencia nueva, "ya no te la cuentan". Ya no te
tienen que contar cómo es esa experiencia porque tú mismo la has vivido. Bien, pues el fin de semana del 14 de febrero tuve la inmensa suerte de asistir al All Star Weekend de la NBA en Toronto con mi hermano y mi padrino. Era la primera vez que un All Star se celebraba fuera de las fronteras estadounidenses, y para mí siempre será recordado como el primer All Star al que fui. Como algunos sabréis, estoy estudiando en Syracuse University, muy cerca de Canadá, por lo que el lugar era idóneo para escaparme el fin de semana y disfrutar de uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo.
Pese al miedo y a la tensión de una posible cancelación del vuelo debido a la nieve y al hielo, finalmente aterricé en Toronto el viernes 12 de febrero por la mañana. Al aterrizar, ya se respiraba baloncesto. Carteles por todos lados y delegaciones de prensa llegando al control de aduanas. Control en el que vi a Jabari Parker, jugador de segundo año de los Milwaukee Bucks, al que pedí una foto inmediatamente y desée buena suerte para todo el fin de semana. Aquí debajo tenéis el resultado. (Disculpad la mala calidad, fruto del movimiento de la cámara por la emoción del momento). En cuanto a la suerte, parece que sí que la tuvo, como demostró con su espectacular mate ante Kristaps Porzingis en el partido de la noche del viernes, jugadores de primer y segundo año divididos en los equipos de Estados Unidos contra el resto del mundo. En este tipo de partidos, el espectáculo brilla por encima del buen baloncesto y la defensa. Son "pachangas" con ambiente festivo en las que los jugadores aprovechan para lucirse y hacer disfrutar al espectador. Finalmente, el equipo de Estados Unidos se llevó el triunfo por 157 a 154. Pese a la predilección del público por el canadiense Andrew Wiggins (30 puntos), Zach Lavine, uno de los grandes protagonistas del fin de semana, se llevó el MVP con sus 30 puntos, 7 rebotes y 13-20 en tiros. Otro de los destacados fue Kristaps Porzingis, con 30 puntos y 12-16 en tiros.

Estábamos expectantes por ver qué nos depararía la noche del sábado con sus concursos. Para empezar, el concurso de habilidades tuvo emoción hasta el final y el nuevo formato que enfrentaba a bases contra pívots evitó que se hiciera pesado, como en alguna otra edición. Como aficionado a los Celtics, quería que ganara Isaiah Thomas, pero la estrella de Boston se relajó en la final y Karl Anthony-Towns se hizo con el premio merecidamente.
El concurso de triples tenía un cartel de lujo, con James Harden, Kris Middleton, CJ McCollum, Devin Booker, JJ Redick, Stephen Curry y Klay Thompson. Estos dos últimos, los "Splash Brothers", partían como grandes favoritos, y no defraudaron. La gente enloqueció con Kyle Lowry, estrella de los Toronto Raptors, que fue eliminado en la primera ronda. Curry, sin embargo, salvó su eliminación en la primera ronda encestando los dos últimos tiros de su turno de tiro. La final la disputaron el prometedor rookie de Phoenix Devin Booker, el campeón Thompson y el propio Curry. Klay Thompson completó una final espectacular, consiguiendo 27 puntos de los 36 posibles (19-25 tiros anotados). Tras llevarse el trofeo, declaró que "es bastante chulo que los Splash Brothers hallamos repetido".
Esta es la estratosférica actuación de Klay Thompson que le valió el trofeo de campeón. (Sí, esas voces de fondo son nuestras. Los gritos exagerados en inglés, no.)
Los grandes concursos de habilidades y triples quedaron eclipsados por el principal evento, el concurso de mates, en mi opinión el mejor de la historia. Will Barton, Andre Drummond, y especialmente Aaron Gordon y Zach Lavine, montaron un espectáculo muy difícil de superar con sus mates. Tras quedar eliminados Barton y Drummond, comenzó la final entre el alero de los Orlando Magic Aaron Gordon y el base de los Minnesota Timberwolves Zach Lavine, ambos jugadores de segundo año y con la misma edad (20 años). Cualquier descripción se quedaría corta para reflejar lo que sucedió en realidad. Así lo vivimos en el estadio:
Aaron Gordon salta a la mascota de Orlando Magic pasándose el balón por debajo de las piernas
Alley-oop de Andre Miller para Zach Lavine desde el tiro libre
El 360º de Aaron Gordon cogiendo el balón a la mascota de los Orlando Magic
El 360º de Zach Lavine con auto alley-oop
Probablemente el mejor mate jamás visto en un All Star: la "silla aérea" de Aaron Gordon, saltando por encima de la mascota de los Orlando Magic
Zach Lavine: molinillo desde el tiro libre
El mate ganador de Zach Lavine: por debajo de las piernas desde el tiro libre
Pero eso no fue todo. Al volver a nuestro hotel, vimos a los miembros del programa de NBATV "The Starters", en el que comentan lo que sucede en la NBA con un tono divertido y humorístico. Frecuento este programa, y me hizo mucha ilusión poder verlos allí y sacarme una foto con ellos. De izquierda a derecha: Leigh Ellis, Tas Melas, J.E. Skeets y un servidor.
El domingo por la mañana tuvimos la suerte de ser invitados al "NBA Legends Brunch", un acto anual en el que se rinde homenaje a diferentes leyendas del baloncesto. El presentador era Ernie Johnson, que comenta los partidos de la NBA en TNT con Charles Barkley, Shaquille O´Neal y Kenny Smith. Además, el comisionado Adam Silver pronunció el discurso inicial. Las leyendas homenajeadas este año fueron Steve Nash (Legend of the Year Award), Oscar Robertson (Lifetime Achievement Award) y Tracy McGrady (Community Assist Award). Personalidades como Dikembe Mutombo, Brian Shaw, Isaiah Austin o Demar Derozan también asistieron al acto. Aquí debajo, una foto de un servidor con Demar DeRozan y las leyendas galardonadas recibiendo sus premios.


Tras la "fiebre del sábado noche" y la gran ocasión de ver de cerca a leyendas de nuestro deporte, tocaba el colofón al fin de semana: el All Star Game. Los 24 mejores jugadores de la liga reunidos en una misma pista, para lucir sus habilidades y dar espectáculo, con un añadido histórico: el último partido de las estrellas para Kobe Bryant, que tras otras dieciocho ediciones se despedía de sus compañeros en el equipo del Oeste y del público que tanto ha disfrutado de sus jugadas en los All Star. El homenaje a Kobe fue emocionante, y el público se volcó con la leyenda de los Lakers: "¡Kobe!, ¡Kobe!, ¡Kobe!. Incluso un aficionado a los Boston Celtics como yo tuvo que rendirse ante la grandeza del momento y del protagonista.
Os dejo el homenaje a Kobe en este vídeo:
El MVP del partido fue Russell Westbrook, que repitió galardón desde la edición pasada en Nueva York gracias a sus 31 puntos (7-17 en triples), 8 rebotes y 5 asistencias en 22 minutos jugados). Otro de los grandes acontecimientos del partido fue la aparición de Pau Gasol, que nos puso en pie y animando durante el tiempo que jugó. Memorables fueron sus emparejamientos con Kobe al final del partido, y el abrazo final entre dos leyendas y amigos.
Y así concluyó este fin de semana mágico, uno de esos en los que tienes que pellizcarte constantemente para ser consciente de que no es un sueño, de que estás viendo a tus ídolos en directo en uno de los mayores espectáculos del mundo. Una experiencia de esas que ya no me cuentan.
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