Las despedidas siempre son dolorosas, también las que suceden en el mundo del baloncesto. Casi todos los años vemos como se retiran jugadores, algunos sin pena ni gloria, otros aclamados por una multitud de aficionados que disfrutaron de su juego cuando se hallaban en su época de esplendor. Si bien es cierto que estamos atravesando uno de los periodos dorados de la NBA y la herencia de determinados grandes jugadores está en buenas manos gracias a los nuevos talentos, ahora es el momento en el que se van retirando jugadores que han dominado el baloncesto mundial durante los últimos quince años. Grant Hill, Jason Kidd o Steve Nash han colgado las zapatillas recientemente. Este año, podríamos estar asistiendo a las ultimas temporadas de jugadores de la talla de Tim Duncan, Manu Ginobili, Kevin Garnett o Kobe Bryant. Son estos dos últimos jugadores en los que me quiero centrar.
Tras tres temporadas frustrantes en las que tanto el rendimiento individual como el colectivo bajaron para Garnett, en julio de 2007 fue traspasado junto a la estrella de los Seattle Supersonics Ray Allen a la franquicia más laureada de la historia de la NBA: los Boston Celtics. En su primera temporada allí, lograría uno de los pocos títulos que se le habían resistido: el anillo de campeón de la NBA, frente al mismo equipo que le privó de jugar unas finales de la NBA en 2004: los Lakers de Kobe Bryant. Finalizaba así una sequía de 22 años sin ganar el título. Durante toda la temporada, los Celtics hicieron gala de un juego muy sólido y completo gracias a su elenco de estrellas formado por Rajon Rondo, Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett (nombrado mejor jugador defensivo ese año), junto con valiosas piezas de banquillo como James Posey, Tony Allen o Glen Davis, consiguiendo el mejor balance victorias-derrotas (66-16) de la historia del equipo desde la temporada 1985-1986, cuando los líderes eran Larry Bird, Kevin McHale, Dennis Johnson, Danny Ainge, Robert Parish y compañía.
Los Celtics repitieron presencia en las finales de 2010 contra los mismos rivales que en 2008: Los Angeles Lakers, liderados siempre por Kobe Bryant. Esta vez, los Lakers consiguieron vencer en el séptimo partido, y Kobe, asistido por Pau Gasol, Lamar Odom y Derek Fisher, junto con el legendario entrenador Phil Jackson, se vengó de los orgullosos verdes consiguiendo su quinto y hasta ahora último anillo de su carrera.
Garnett, junto con Paul Pierce, dejó los Celtics en 2013 para poner rumbo a Brooklyn para embarcarse en un proyecto muy ambicioso y muy a corto plazo que fracasó estrepitosamente. Tras sufrir un evidente bajón en su rendimiento deportivo, volvió en febrero de 2015 a su casa, Minnesota, para ser el líder del vestuario de un equipo joven y prometedor pero aún con mucho camino que recorrer. Tras haber ganado galardones individuales y colectivos, el 14 veces All-Star Kevin Garnett se retirará en el equipo que le vio desarrollarse como jugador, algo de lo que no muchos jugadores pueden presumir.


Explosivo, poderoso y con infinidad de recursos en el poste bajo, Kevin Garnett es uno de los mejores jugadores interiores de la historia de la NBA. Su tiro de media distancia mortal, su inteligencia sobre la pista fuera de lo común, su capacidad defensiva y sobre todo la intensidad con la que juega cada noche han sido sus señas de identidad durante sus 21 temporadas en la NBA hasta la fecha.

Kobe Bryant, por su parte, fue seleccionado en la posición número 13 del draft de 1996 por los Charlotte Hornets. Después ue traspasado inmediatamente a los Lakers a cambio del serbio Vlade Divac. Desde su presencia en el equipo durante 20 temporadas, los Lakers se han clasificado para los Playoffs en 17 ocasiones. Al igual que Garnett, Kobe tuvo un impacto inmediato en el juego de su equipo, y ganó tres campeonatos de la NBA de manera consecutiva entre su cuarto y su séptimo año (1999-2002), formando una pareja histórica con Shaquille O´Neal, uno de los jugadores más dominantes de la historia de la NBA. Aunque su rendimiento ha sido puntero durante prácticamente toda su carrera, alcanzó la cima individual en 2008 ganando el MVP de la NBA cuatro años después que Garnett. Fue en 2009 cuando volvió a conquistar un anillo de campeón, tras 6 años de sequía, esta vez contra los Orlando Magic de Dwight Howard, siendo el MVP de las finales.
En 2010 llegaría su redención de la derrota sufrida en 2008, venciendo a los Celtics y convirtiéndose de nuevo en el MVP de las finales de la NBA, dando a los Lakers su decimosexto título de la NBA, sólo por detrás de los diecisiete del eterno rival, los Boston Celtics.
Es probable que estemos ante la última temporada de Kobe Bryant en la NBA. La estrella de los Lakers se ha convertido en el único jugador en la historia de la NBA en jugar 20 temporadas para un solo equipo y, según muchos aficionados y expertos, el jugador más cercano al inimitable Michael Jordan que jamás se haya visto sobre una pista de baloncesto. Ágil, veloz, con una destreza técnica fruto de una incesante ética de trabajo, Kobe Bryant es uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto tanto por su capacidad para anotar como por su defensa, siempre a la altura de los mejores de la liga. Al final de su excepcional carrera, Kobe se ha visto condenado por problemas de lesiones y castigado por la edad, que han dado lugar a un jugador que no es ni la sombra del que ganó un MVP. Esta temporada, Kobe promedia un 31% de acierto en tiros de campo, el peor porcentaje en sus 20 años de carrera. No obstante, Kobe pasará a la historia del baloncesto y entrará en el salón de la fama como uno de los más grandes de la historia.


Me gusta comparar la rivalidad de estos dos jugadores con la que mantuvieron Magic Johnson y Larry Bird en su día. Aunque la de Bryant y Garnett no sea tan histórica ni reconocida, ambos se han enfrentado en varias ocasiones en los Playoffs. Primero fue en la primera ronda, en 2003, con victoria para los Lakers sobre los Timberwolves por 4-2. Al año siguiente se reencontraron en las finales de conferencia, con igual resultado. Posteriormente fueron protagonistas del renacimiento de la rivalidad Celtics-Lakers, disputando dos finales con una victoria para cada uno: Garnett con los Celtics en 2008 y Bryant en 2010 con los Lakers.

Pese a ser rivales, los dos han declarado su mutua admiración varias ocasiones. Recientemente, Bryant declaró que es "bastante impresionante" que ambos sigan jugando: "es fantástico. Es impresionante. Me hace sonreír. Porque recuerdo tomar la decisión de presentarme al draft y hablar con él por teléfono, cuando él estaba en su primera temporada. Ahora, es su temporada número 21, y mi número 20. Es bastante impresionante." (Vía lakersnation.com).

Así se comparan las carreras de dos de los mejores jugadores de baloncesto en los últimos 20 años. Compartiendo tanto rivalidad como admiración por el otro, Kobe Bryant y Kevin Garnett pueden ser esta temporada dos amigos que se van sin decir adiós.
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