sábado, 19 de julio de 2014

Un paso atrás para Lebron James














La decisión tomada por Lebron James de dejar los Miami Heat y volver a sus orígenes en Cleveland Cavaliers ha levantado una inmensa polvareda que puede hacer cambiar el panorama de la NBA. Lebron vuelve a casa, con todo lo que ello conlleva. Tras haber guiado a los Heat a cuatro finales de la NBA y dos títulos de campeón, marcha a una franquicia cuyos recientes resultados deportivos son desalentadores y decepcionantes, algo que debería cambiar con la llegada de "El Rey". Los Cavaliers, antes de la llegada de Lebron, tenían a su estrella en Kyrie Irving, uno de los bases más prometedores de la NBA, aunque parezca haberse estancado ligeramente en su progresión, tal y como muestra su irregularidad. No obstante, Irving derrocha talento y es capaz de echarse el equipo a la espalda cuando sea necesario. Con Lebron como socio, pueden formar un temible tándem, complementado por otros buenos jugadores como el recién llegado Andrew Wiggins.




















Lebron James cobrará una cantidad de dinero (21 millones de dólares por temporada) considerablemente mayor a la que recibía en Miami (14, 5 millones aproximadamente), pero su decisión no merece ser tachada de "pesetera", porque el ámbito deportivo está claramente por delante del económico. James "sacrifica" a un equipo campeón, que ha reinado en los últimos cuatro años en la NBA con un juego espectacular, para volver donde todo comenzó, donde, según él, tenía una cuenta pendiente tras marcharse de allí por la puerta de atrás, generando un tremendo odio por parte de los aficionados de Cleveland. Lebron estará bajo las órdenes de David Blatt, un entrenador nuevo sin experiencia en la NBA, y deberá adaptarse a un sistema de juego completamente diferente, además de un equipo cuya plantilla todavía no se ha cerrado y que podría incorporar jugadores importantes a su rotación. Una franquicia con un núcleo muy joven, y con incógnitas como Anthony Bennett (por su pésimo rendimiento en la pasada campaña) o Andrew Wiggins (por no haber debutado aún en la NBA, como cualquier novato).



















Lebron será la estrella indiscutible del equipo, con un asistente de lujo como Kyrie Irving y con grandes piezas a su alrededor como Anderson Varejao, Andrew Wiggins (a cierre de este artículo todavía es jugador de los Cavaliers a pesar de los rumores de su traspaso por Kevin Love), Tristan Thompson y Dion Waiters, entre otros. El hecho de que Kyrie Irving, el jugador estrella antes de la llegada de Lebron, necesite tanto el balón para hacerse notar, puede suponer un gran inconveniente para el equipo. Sin embargo, si tanto Irving como Lebron son capaces de sacrificar parte de su ego y su importancia en beneficio del equipo y asociarse de manera eficiente, podemos estar ante un serio candidato al título en la Conferencia Este. Los nombres están ahí, pero deben asociarse adecuadamente para lograr los objetivos fijados, que no son menos que el anillo de campeón.



Para Lebron James, esta decisión supone una emocionante vuelta a casa, pero también un retroceso en sus aspiraciones deportivas. La asociación formada con Dwyane Wade y Chris Bosh en Miami será difícilmente repetible en Cleveland o en cualquier otro equipo. En lugar de mantener esas aspiraciones continuas a ser campeones, Lebron llega a Cleveland con la enorme responsabilidad de hacer que el equipo funcione correctamente y traer un título a su ciudad, que tal y cómo expresó el propio James, es su principal deseo y misión. Por lo tanto, da un salto en  lo económico, pero un valiente paso atrás en lo deportivo que implica una gran responsabilidad y entraña una dificultad superlativa, algo por lo que debemos aplaudir esta decisión.


En Cleveland, "el elegido" deberá hacer frente a sus fantasmas del pasado. Llegó en la temporada 2003-2004 como número 1 del draft, haciendo notar su impacto inmediatamente. En su tercera temporada llegó a los Playoffs, pero los Cavs fueron derrotados en segunda ronda por los Detroit Pistons, los "Bad Boys" de Chauncey Billups, Richard Hamilton, Tayshaun Prince y los Wallace, Ben y Rasheed. En la siguiente, la 2006-2007, se plantaron en las finales de la NBA, donde fueron humillados por los incombustibles San Antonio Spurs, que ganaron por 4 victorias a 0. En la temporada 2007-2008, Cleveland fue eliminado en la semifinal de Conferencia por los campeones de ese año por los orgullosos Celtics de Garnett, Pierce y Allen. Conseguirían dar un paso más en la 2008-2009, llegando a la final de Conferencia, pero también fueron eliminados, esta vez por Orlando Magic. En 2010 se volvieron a ver las caras con Boston Celtics, en las mismas circunstancias (semifinales de Conferencia) con el mismo resultado, la eliminación.


Así, Lebron nunca consiguió traer el título a su ciudad, ese título que tanto anhelaban los aficionados que le vieron crecer en las calles de Akron, cerca de Cleveland. Lebron anunció en el verano de 2010 que ponía fin a su etapa en los Cleveland Cavaliers para marchar a los Miami Heat, uniéndose a las estrellas Dwyane Wade y Chris Bosh. No fue sólo el hecho de marcharse del equipo de su ciudad que tanto le había querido, sino la forma en la que lo hizo. Montó un excesivo revuelo con un programa de televisión creado exclusivamente para retransmitir su decisión, para la que contemplaba varias alternativas: quedarse en Cleveland o marcharse a Chicago Bulls, New York Knicks o Miami Heat, el destino final.


Tras cuatro exitosas campañas en Florida, Lebron anunció que regresaba a casa con un estremecedor artículo en Sports Illustrated, además de publicar su decisión en las redes sociales. En este artículo, Lebron da rienda suelta a sus emociones y opiniones, agradeciendo el trato y el apoyo recibido durante los cuatro años en los que ha jugado para los Miami Heat, causando primero el odio y después el deseo de los aficionados de Cleveland para que el mejor jugador del mundo pensara la posibilidad de regresar a casa. Así ha sido, y el 4 veces MVP de la NBA se ha ganado el perdón de quienes le vieron jugar por primera vez en la NBA. Se avecinan cosas grande en Ohio.


El título de este artículo no nos debe confundir. Si bien Lebron James da un paso atrás en lo deportivo por tener, a priori, menos posibilidades de ganar el que sería su tercer campeonato, no hay nada más apasionante que afrontar el reto de traer un título a una ciudad huérfana de trofeos de campeón, y donde este monstruo del baloncesto mundial comenzó a fraguar su leyenda, impresionando al
mundo con sus espectaculares mates y capacidad de liderazgo del equipo. En su etapa en Miami, Lebron ha madurado y se ha convertido en el jugador más completo de la NBA. Capaz de rebotear, asistir, anotar, defender y liderar un equipo como pocos, la consecución de un título en Cleveland se convertiría en una historia memorable que agrandaría aún más, si cabe, la grandeza de este histórico jugador.










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