domingo, 1 de junio de 2014

La desesperación "Pacer"


La caída de los Indiana Pacers en las finales de la Conferencia Este a manos de los Miami Heat ha generado un aluvión de críticas al equipo dirigido por Frank Vogel que, después de comenzar siendo el mejor equipo de la NBA sin lugar a dudas, ha pasado por una profunda crisis de juego durante estos Playoffs que han culminado con su eliminación en la misma ronda por segundo año consecutivo y por parte del mismo rival, los campeones Miami Heat.

Indiana firmó una temporada regular brillante. Comenzó con el récord histórico del equipo en victorias tras 12 partidos, con un balance de 11 victorias y 1 derrota. Los Pacers parecían un equipo perfecto, imbatible, capaz de destronar a Lebron y a sus Miami Heat del trono del campeonato de la NBA. Todas las piezas encajaban a la perfección, el equipo parecía no tener fisuras y se perfilaba como el principal candidato para hacerse con el título a final de temporada. Dos de sus jugadores, Paul George y Roy Hibbert, fueron seleccionados para disputar el partido del All Star. David West, otra de sus piezas clave, rendía a un gran nivel y Lance Stephenson parecía la revelación de la temporada.











Tras los primeros tres meses de competición, los Indiana Pacers ganaron 25 partidos y perdieron tan sólo 5. Su dominio en la Conferencia Este, esta temporada más floja que nunca, era incontestable. Sólo los Miami Heat, que a priori no parecían tan afinados como en las anteriores campañas, podían seguirles la pista. No obstante, todo hacía ver que, en un duelo de Playoffs, serían los Pacers quienes partirían con ventaja por haber demostrado durante la temporada su consistencia y solidez.

Quizás fue este éxito y la ambición que conlleva la que les llevó a tomar decisiones equivocadas. El 1 de febrero firmaron a Andrew Bynum, que tras pasarse una temporada entera sin disputar ni un solo partido como jugador de los Philadelphia 76ers, fue contratado por los Cleveland Cavaliers con la esperanza de que fuera el mismo jugador que jugó para los Lakers. No fue así. Bynum no fue ni la sombra de lo que llegó a ser, y solo trajo problemas al vestuario de los Cavs. Larry Bird, como presidente de operaciones de baloncesto de los Pacers, decidió darle una oportunidad a Bynum, creyendo que aún podría aportar algo. Tan solo disputó dos partidos con Indiana, en los que firmó 8 puntos y 10 rebotes y 15 puntos y 9 rebotes.


Pero este no fue el único movimiento que realizaron los Pacers. El 20 de febrero traspasaron al veterano Danny Granger, de 31 años y que llevaba desde 2005 en el equipo, a los 76ers a cambio de Evan Turner y Lavoy Allen. Granger acabaría en los Clippers. Allen apenas disfrutó de minutos y se vio desde el principio que Turner no encajó en el sistema de juego de los Pacers, y tuvo problemas con Lance Stephenson, con quien se peleó en un entrenamiento en la víspera del debut de los Pacers en Playoffs. Evidentemente, la marcha de un líder del vestuario Granger supuso una importante fisura en la química del equipo. Resulta realmente significativo que la debacle de juego y resultados de los Pacers llegaran precisamente con la presencia de Bynum y Turner en la plantilla. Los de Indianápolis habían firmado los siguientes balances de victorias y derrotas por meses: octubre: 2 victorias, 0 derrotas. Noviembre: 13 victorias, 1 derrota. Diciembre: 10 victorias, 4 derrotas. Enero: 10 victorias, 5 derrotas. Febrero: 9 victorias, 3 derrotas. El debut de Bynum como Pacer se produjo el 11 de marzo, y jugó su segundo partido el 15 de marzo. En este mes, Indiana cosechó 8 victorias y 10 derrotas. Desde el mencionado partido del 15 de marzo contra los Detroit Pistons, no se ha vuelto a ver a Bynum, sobre una cancha de baloncesto. Este jugador parece traer consigo una maldición que transmite a todo aquel que decide contar con sus "servicios".


El mes de marzo fue, sin duda, el peor del año para los Pacers. No obstante, supieron mantener el tipo en abril para sumar 4 victorias y 3 derrotas, lo que les valió para hacerse con el primer puesto de la Conferencia Este de cara a los Playoffs, con 56 victorias y 26 derrotas, por delante de los Miami Heat, que estaban al acecho (54-28). Los Pacers, llenos de dudas, se medirían a Atlanta Hawks, el octavo clasificado de un Este venido a menos, con 38 victorias y 44 derrotas, siendo el único equipo en los Playoffs con récord negativo. A priori, los Hawks no presentarían ningún problema para Indiana, a pesar de las dudas mostradas por los de Vogel.

Error. Los Pacers sufrieron de lo lindo para derrotar a los Hawks en el séptimo partido. Los de Georgia, impulsados por un gran Jeff Teague, hicieron sudar a uno de los favoritos al título, que ahora lo era menos. Para los Pacers, surgió un nuevo problema: la desaparición de Roy Hibbert. Uno de sus pilares básicos, seleccionado para el All Star, estuvo completamente anulado, y así siguió durante prácticamente toda la postemporada. Aunque Hibbert destaca en el aspecto defensivo, su aportación anotadora al equipo es importante, y algo de lo que tuvieron que prescindir debido a la inexplicable crisis de juego del pívot cuando su equipo más le necesitaba. En los 7 partidos de esta serie, Hibbert anotó 8, 6, 4, 6, 0, 0 y 13 puntos en cada uno de los siete partidos disputados, lo que demuestra una total falta de regularidad.



En su siguiente eliminatoria, los Indiana Pacers derrotaron en 6 partidos a unos prometedores e inexpertos Wahington Wizards, liderados por sus dos estrellas, John Wall y Bradley Beal, que pagaron caro el ser novatos en los Playoff contra un equipo mucho más veterano en esta parte tan decisiva de la temporada. El "fenómeno Hibbert" volvió a suceder. El jugador jamaicano aparecía de forma intermitente, destacando en algunos partidos y borrándose por completo en otros. Anotó 0, 28, 14, 17, 4 y 11 puntos. Un jugador considerado uno de los mejores en su posición no puede demostrar esa falta de consistencia sobre la pista, y menos en un escenario tan importante como los Playoffs.

Y así, con un dolor de cabeza para Frank Vogel llamado Roy Hibbert, los Pacers llegaron a la final de la Conferencia Este para medirse a sus máximos rivales, los Miami Heat. Comenzaron ganando el primer partido para después perder tres partidos seguidos, ganar otro y perder en el sexto para marcharse a casa con las manos vacías. No faltó la "aportación" de 0 puntos de Hibbert, concretamente en el cuarto partido. Estas son sus anotaciones en la final de Conferencia: 19, 12, 16, 0, 10 y 8 puntos. Una final de Conferencia en la que Lance Stephenson, el especialista defensivo del equipo, trató de desquiciar a Lebron James tanto fuera de la pista (declarando que Lebron mostraba signos de debilidad y que él estaba consiguiendo meterse en su cabeza) como dentro (numerosas conversaciones con él, no precisamente amistosas, y un ya famoso soplido mientras Lebron pasaba de él). Lebron se dedicó a jugar y a hacer ganar a su equipo, al tiempo que invertía la situación y sacaba al propio Stephenson de quicio, lo que se demostró en el último partido, en el que, perdiendo por 13 puntos, Stephenson soltó un brutal manotazo a Norris Cole. El partido terminó con un resultado final de 117-92 favorable a los Miami Heat.

                                                                           


La actitud de Stephenson fue fuertemente criticada incluso por sus compañeros, como Paul George, que no manifestó su deseo de que Stephenson continuara en Indiana el año que viene, al convertirse este verano en agente libre. Stephenson aceptó la derrota y la superioridad de Lebron, o al menos eso intentó mostrar, publicando en su cuenta de Instagram una foto junto con una felicitación a los Miami Heat y a Lebron James.


Y así terminó la temporada para unos Indiana Pacers que deben replantearse la continuidad de varias de las piezas de su plantilla, y realizar cambios para conseguir llegar a culminar estas últimas grandes temporadas realizadas con la consecución de un necesario título. Es cierto que han llegado lejos en los Playoffs, y son un muy buen equipo, pero de nada sirve esto si no se traduce en resultados, es decir, en ser campeones de la NBA. La pelota está en el tejado de su presidente, Larry Bird.



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