domingo, 16 de marzo de 2014

El resurgimiento de Gerald Green

                        

Los Phoenix Suns están siendo el equipo revelación de esta temporada en la NBA, y la mayor sorpresa con diferencia. A cierre de este artículo, marchan en novena posición en la Conferencia Oeste, a un partido de los Memphis Grizzlies, que tras la lesión de Marc Gasol han recuperado su juego eficiente y han desbancado a los de Arizona de los puestos de Playoffs, algo que se habían ganado desde el principio de la temporada. A comienzos de campaña, los Suns parecían uno de los peores equipos de la liga: en plena reconstrucción, con entrenador nuevo y sin una estrella clara. Es cierto que se encuentran en reconstrucción, pero ésta va por buen camino, visto lo visto. Su nuevo entrenador, el legendario ex jugador Jeff Hornacek, ha resultado ser un éxito, y el papel de estrella se lo alternan Goran Dragic, Eric Bledsoe y Gerald Green junto con otros jugadores como los gemelos Morris. En resumen: estos Suns son un equipo muy equilibrado, y que además juega realmente bien al baloncesto.

                              

Gerald Green, el jugador al que le dedicamos este artículo, es un trotamundos del baloncesto. A sus 28 años, ha jugado en siete equipos diferentes de la NBA (Celtics, Timberwolves, Rockets, Mavericks, Nets, Pacers y ahora Suns), además de haber jugado en las ligas de China y Rusia y disputar partidos en la Liga de Desarrollo de la NBA. En su equipo actual, los Phoenix Suns, parece haber encontrado definitivamente el juego que escondía y que llevaba buscando durante toda su carrera.

                                                                                


                                                                                                                 

Gracias en parte a un sistema de juego que se ajusta perfectamente a sus características, Green se ha erigido como uno de los principales jugadores de su equipo, que tienen en él una clara referencia, sobre todo ofensiva. Este jugador es conocido por sus descomunales capacidades atléticas que le permiten protagonizar jugadas (sobre todo mates) que a menudo se incluyen en las mejores de la jornada. Pero su juego no es sólo físico y mates. Tiene un tiro muy sólido desde la media y larga distancia, y este año los ha sacado a relucir.

La historia de este jugador llama la atención por el desorden y el ajetreo que ha seguido. Para empezar, sólo posee medio dedo anular de la mano derecha debido a un accidente doméstico que sufrió durante su infancia. A los 8 años, green intentó hacer un mate en una canasta casera, enganchándose el dedo anular de su mano derecha con un clavo, de manera que la amputación fue la única solución a las heridas causadas. Llegó a la NBA directamente desde el instituto, y los Boston Celtics lo seleccionaron en el puesto número 18 del draft de 2005. Tan sólo apareció en 36 partidos, promediando unos discretos 5 puntos en cada uno de ellos. Fue enviado a la Liga de Desarrollo.



En su segunda temporada jugó 81 partidos y duplicó sus cifras de minutos, puntos, rebotes, asistencias y tapones. No obstante, no dejaba de ser un jugador más de la rotación de los Boston Celtics, nada parecido a lo que podemos ver de Green hoy en día. En este mismo año, 2007, ganó el Concurso de Mates de la NBA imponiéndose a Nate Robinson, que era el campeón. Recibió la única puntuación máxima de 50 puntos en la historia del concurso gracias a esto:


En la temporada siguiente comenzaría su carrusel de equipos. Se marchó a los Wolves como parte del traspaso por Kevin Garnett con los Celtics. Allí ejerció como un mero jugador de banquillo, volviendo a sus 5 puntos por partido. Posteriormente fue enviado a los Houston Rockets, para los que jugó tan solo un partido, y acabó siendo despedido a mediados de la temporada. En verano de 2008 los Dallas Mavericks se hicieron con sus servicios, pero no experimentó ninguna mejoría en su juego, y el entrenador Rick Carlisle apenas depositó confianza en él, sacándole únicamente unos 10 minutos por partido. 

Fue entonces cuando se embarcó en la aventura europea en busca de minutos, poniendo rumbo al Lokomotiv Kuban, de la liga rusa, donde recuperó sensaciones gracias a sus 16 puntos y 4 rebotes por partido en 20 partidos disputados allí. Además, anotó 36 puntos en un partido contra el BC Triumph Lyubertsy. Después fue traspasado al Krasnye Krylia, también en Rusia, donde firmó 12 puntos y 4 rebotes por encuentro en los 36 partidos que disputó allí. 

Posteriormente cruzó la frontera para jugar en los Foshan Dralions de la liga china. Solamente jugó cuatro partidos con este equipo, pero le dio tiempo a anotar 41 puntos contra los Shanghai Sharks, club por el que han pasado Yao Ming y Gilbert Arenas. Creyendo haber reencontrado su juego, volvió a Estados Unidos, y firmó por los Lakers, que lo descartaron y lo mandaron a la D-League, donde, en el equipo afiliado de los Lakers, los Los Angeles D-Fenders, se hizo con un hueco en el All Star y logró 19 puntos y más de 4 rebotes por choque en 22 partidos. En el mencionado All Star, Green fue el MVP del partido con 28 puntos.

                               

                     

Estos partidos llamaron la atención de los New Jersey Nets, que lo contrataron y le dieron confianza desde el primer momento, concediéndole más de 25 minutos por partido. Green respondió con buenos números, de 13 puntos, más de 3 rebotes, 1 asistencia y 1 robo por partido, disputando su mejor campaña como profesional hasta esa fecha. Para no variar, fue adquirido por los Indiana Pacers, un equipo en proceso de formación que prometía un gran proyecto deportivo en la temporada 2012-2013. Allí, con jugadores como Danny Granger y Paul George en su misma posición o similar, se rebajó considerablemente su cantidad de minutos, pasando de jugar 25 a 18 por partido, con un promedio de 7 puntos. 

                                          

Llegó al verano de 2014 como agente libre, y los Phoenix Suns, en el proceso de formación de su nuevo equipo, decidieron apostar por este joven pero experimentado jugador y cederle una parte importante de la responsabilidad del equipo. Durante la presente campaña en los Suns, Green disputa casi 30 minutos por partido, cosechando más de 15 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia y casi 1 robo por encuentro, dejándonos además con espectaculares jugadas en los resúmenes. 

                      

Esta es la historia de Gerald Green, un jugador al que se le ha criticado por no darlo todo durante los partidos y por bajar su intensidad en defensa. En Phoenix está demostrando que puede ser una pieza clave, haciendo gala de una portentosa y alegre forma de jugar gracias a sus condiciones físicas, con abundantes mates y jugadas espectaculares. En lo técnico, Green tiene mucho que mejorar, especialmente en su defensa, pero va camino de ello con un equipo que hasta el momento ha dado la campanada. 

Os dejo un vídeo con las mejores jugadas de Gerald Green durante su carrera como jugador de baloncesto. En ocasiones desafía las leyes físicas. No tiene desperdicio. 


                                         

No hay comentarios: