

Uno de los máximos alicientes de todas las temporadas en la NBA es el hecho de alimentar el debate sobre quién es el mejor jugador de la liga, o el que más en forma está, es decir, quién acabará llevándose el máximo galardón individual que otorga la NBA, el trofeo al MVP, el jugador más valioso.
El jugador candidato a este trofeo ha de reunir una serie de características y méritos realizados que le hagan merecedor del título. Por nombrar algunas de ellas, algunas de estas características son los números que firma el jugador en cada partido, la trayectoria del equipo, la capacidad de liderazgo del jugador, etc...
Por tanto, los MVP suelen ser monstruos mediáticos que frecuentan con sus equipos las zonas altas de las clasificaciones y cuyo juego está por encima del resto de jugadores. Con su liderazgo, son capaces de llevar a sus compañeros hacia la gloria, haciéndolos mejores con su esfuerzo y ejemplo.
La pregunta que queremos traer a debate es el mismo título de este artículo: ¿es Kevin Love una alternativa al MVP? Es decir, ¿deberíamos considerar a Kevin Love un candidato real a hacerse con este trofeo, entrando en el bombo de superestrellas como Lebron James, Kevin Durant o el ascendente Paul George. Estos tres jugadores son, en mi opinión, los tres únicos candidatos reales a llevarse el premio a casa. Ahora bien, ¿por qué deberíamos considerar a Love un candidato al trofeo? ¿por qué no?. A continuación, lo descubrimos:






- SÍ: si atendemos a motivos puramente estadísticos, Kevin Love debería llevarse el trofeo. Nadie domina el apartado estadístico como el ala-pívot titular y estrella de los Minnesota Timberwolves, especialmente en los aspectos de anotación y rebote. Es el tercer máximo anotador de la liga con 25,2 puntos por partido, tan sólo por detrás de Kevin Durant y Carmelo Anthony, y por delante de jugadores como Lebron James o Stephen Curry. Lidera la clasificación de rebotes por partido, con casi 14 de media por encuentro, por delante de gigantes de la talla de Dwight Howard, DeAndre Jordan o Andre Drummond.
Además, la estrella de los Timberwolves promedia unas sólidas 4 asistencias de media por partido. Este registro tiene mucho mérito si tenemos en cuenta que hablamos de un jugador interior, que no suelen asistir con frecuencia. Love ha mejorado considerablemente su visión de juego en el poste bajo, lo que siempre aporta al equipo más opciones de que anoten otros jugadores. Love también despliega su juego desde la línea de tres, donde mantiene un promedio de acierto del 38%, un porcentaje muy correcto teniendo en cuenta que hablamos de un ala-pívot/ pívot.
Entre sus escasos aspectos a mejorar se encuentran el porcentaje de tiros de campo (promedia un mediocre 46%, un porcentaje muy discreto para un jugador interior) y los tapones que coloca. La defensa de Love siempre ha sido una de sus cada vez menos asignaturas pendientes. Love promedia únicamente 0,4 tapones por partido, algo que deja mucho que desear, pues con sus capacidades atléticas podría estar entre los máximos tapones del campeonato.
Sin ir más lejos, dos días antes de la publicación de este artículo, en un partido contra los Clippers, Love anotó 45 puntos, atrapó 19 rebotes y repartió 6 asistencias, con 15/23 en tiros de campo, 2/6 en triples y 13/15 en tiros libres, demostrando que domina el apartado estadístico como nadie. A pesar de la derrota de los Wolves en este partido, Love se convirtió en el primer jugador en anotar al menos 45 puntos, coger al menos 19 rebotes y repartir al menos 6 asistencias desde el mismísimo Hakeem Olajuwon en el año 1996, cuando el 23 de marzo cosechó 46 puntos, 19 rebotes, 8 asistencias, 3 robos y 3 tapones. Asimismo, Kevin Love entró en el selecto club que forman Hakeem Olajuwon, Karl Malone y Alvan Adams, jugador de los 70 y 80, en conseguir más de 45 puntos con más de un 65% de acierto en tiros de campo, además de 15 rebotes y 5 asistencias.

- NO: en el trofeo al MVP no sólo entran en juego las estadísticas individuales del jugador, en las que hemos demostrado que Love sobresale. También se tiene en cuenta la trayectoria del equipo del cual el candidato forma parte, en este caso los Minnesota Timberwolves. A cierre de este artículo, Minnesota marchaba en decimoprimer lugar en la Conferencia Oeste, con un balance de 13 victorias y 15 derrotas. Aún queda mucha temporada por delante, pero no parece que Minnesota tenga opciones reales de clasificarse para los Playoffs, y en caso de que lo hiciera, de llegar lejos. Para lograr ser el mejor jugador de la liga, has de demostrar también que tu equipo está entre los mejores de la liga, y que eres capaz de liderar a ese equipo.
Además, digamos que el perfil de Love "no encaja" con el de un MVP. Love, dentro de que es una estrella y el líder de su equipo, es un jugador "discreto", que realiza el trabajo sucio bajo los tableros, actuando siempre de manera eficiente pero poco vistosa o espectacular. No tiene las características propias de una superestrella de la NBA, aunque sí lo sea.
La última vez que un ala-pívot ganó un MVP fue en la temporada 2006-2007, llevándose Dirk Nowitzki el premio. No obstante, no hay que olvidar que Nowitzki es casi más exterior que interior, ya que su especialidad es el tiro de media y larga distancia. Además, Nowitzki tenía la "ventaja" de ser europeo, lo que le aporta algo de exótico y de único, pues fue el primer europeo en ganar este premio. Tres temporadas antes el ganador fue Kevin Garnett, que sí es un ala-pívot interior, pero que no se parece a Love en cuanto al estilo de juego. Garnett es un jugador muy explosivo, tremendamente intenso tanto en defensa como en ataque. Love, en cambio, domina los aspectos técnicos y es una máquina de coger rebotes, pero su defensa aún deja que desear.
Sólo sabremos la respuesta a esta pregunta a finales de la temporada NBA, cuando se otorgue el premio al MVP al candidato que más se lo merece, o que los votantes así lo creen. Es difícil mantener una continuidad a lo largo de una larga temporada de la NBA, con 82 partidos jugados más los Playoffs. Si Love permanece en este nivel de juego, sus opciones al premio se verán intactas, pero además tiene que conseguir que los Wolves asciendan en las clasificaciones y llevarlos a la postemporada por primera vez en 9 años, cuando Kevin Garnett lideraba a los de Minneapolis.
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