jueves, 4 de julio de 2013

El fin de una era



Conocíamos la noticia esta última semana. Una noticia que caía como un jarro de agua fría sobre todos los fieles aficionados de los Boston Celtics. Kevin Garnett y Paul Pierce, junto con Jason Terry, eran enviados a los Brooklyn Nets a cambio de Gerald Wallace, MarShon Brooks, Kris Humphries, Keith Bogans, Kris Joseph y tres futuras primeras rondas de draft. Este traspaso, junto con la marcha de Doc Rivers a los Clippers y la firma de Ray Allen el pasado verano por los Miami Heat, conforma la disgregación de uno de los núcleos ganadores más importantes de la historia de los Boston Celtics. Además, existen rumores de que Rajon Rondo podría partir de Boston, pero no agonicemos (digo agonizar por mi naturaleza Celtic) y centrémonos en lo objetivo, con ciertos matices sentimentales.

























La reconstrucción en los Boston Celtics se avecinaba necesariamente. Los principales jugadores de la franquicia tienen (bueno, tenían) una edad ya considerable para rendir al máximo nivel en la mejor liga del mundo, así que la principal necesidad de Danny Ainge y del equipo era traer a nuevos jugadores jóvenes, y sobre todo, liberar espacio salarial, algo sobrecargado con los grandes contratos de las estrellas. Pero, ¿era necesario reconstruir de esta manera tan "radical"? ¿Era necesario desprenderse incluso de nuestro entrenador, uno de los mejores entrenadores de la liga, y que tantas alegrías nos ha brindado?

La respuesta a estas preguntas es incierta. Lo que es cierto es que Ainge sacó prácticamente petróleo del traspaso. A decir verdad, hemos sido muy "afortunados" al poder traer a cambio de Pierce y Garnett jugadores como Gerald Wallace, Kris Humphries o MarShon Brooks. No tienen ni punto de comparación con lo que nos ofrecían los Clippers (algo así como DeAndre Jordan y Eric Bledsoe). Wallace puede ser un buen recambio de Green en el puesto de alero, Brooks nos aportará anotación y talento joven, y Humphries nos da consistencia y sobre todo rebotes en la zona, además de ser un jugador más para la rotación interior, que tantos problemas nos ha dado últimamente.

Y ahora pasemos a la parte negativa del traspaso. Traspasar a Garnett y Pierce significa traspasar a parte de la historia más reciente de los Celtics, a dos verdaderas leyendas que nos han traído el éxito de vuelta. Ellos constituyen una buena porción de la identidad del equipo. Intensidad, emoción, motivación... Las señas de identidad de nuestra franquicia. No queda ya prácticamente nada de aquellos Celtics ganadores de la NBA en 2008, finalistas de en 2010 y finalistas de conferencia en 2012, llevando al séptimo partido a los actualmente imparables Miami Heat con un juego serio, de equipo, ganador, que respiraba la esencia de los Celtics.
















Nuestro núcleo ganador ya comenzó a separarse con el fichaje de Ray Allen por los vigentes campeones, Miami Heat, el pasado verano. Hubo opiniones de todo tipo. Había quien comprendía las necesidades del jugador y su deseo de ganar otro anillo, y por contra hay personas que no perdonarán jamás al escolta por "abandonar" el equipo que tanto bien le había traído. De todas maneras, los refuerzos que se trajeron para suplir la baja de Allen y la de otros jugadores han decepcionado esta temporada Me refiero concretamente a Courtney Lee y a Jason Terry. Se esperaba mucho de estos jugadores, con ellos se formaba una plantilla muy completa, más incluso que la del curso pasado, también con la incorporación del rookie Jared Sullinger, y esto hacía a los verdes soñar con el decimoctavo título de campeones de la NBA.










¿Qué les espera a los nuevos Boston Celtics?


Al respecto del futuro del equipo verde soy bastante pesimista. Creo que el futuro de este equipo depende bastante del nuevo entrenador que se traiga. Acumulamos jugadores jóvenes, que pueden desarrollarse bien con una dirección técnica adecuada. Creo que se está haciendo un equipo cuyo objetivo es llegar al 50% de victorias-derrotas y como objetivo menos alcanzable, clasificarse para los Playoffs. 

Dentro de que es un equipo enfocado claramente desde la reconstrucción, Ainge ha sacado petróleo trayendo a jugadores inexpertos, pero interesantes, que cubren bien las necesidades básicas del equipo de cara a la próxima campaña. Principalmente rotación interior y hombres que puedan anotar cerca del aro (Humphries y el rookie Olynyk). También talento ofensivo, ya que ha costado mucho anotar frecuentemente, sobre todo durante los Playoffs. Esta función la pueden desempeñar jugadores como Wallace o Brooks, que unidos al talento director de Rondo y la capacidad ofensiva de Green, deberían de suponer un buen juego ofensivo. 






Opino que se debe contratar a un entrenador que de prioridad al desarrollo de jóvenes y novatos. Las aspiraciones del equipo no son serias, así que creo bueno que se de confianza, minutos y apoyo a los más jóvenes, que en un futuro no muy lejano serán el núcleo de la plantilla.



Espero vuestros comentarios sobre la reconstrucción de este equipo, los nuevos jugadores, el futuro de la franquicia, etc... Como Celtic que soy, quiero conocer la opinión de la gente sobre este tema. Cuantas más, mejor. Gracias.

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