domingo, 19 de mayo de 2013

Golden State... Sensation





Tras su inesperadamente tardía caída de los Playoffs ante los San Antonio Spurs por 2-4 en las semifinales de la Conferencia Oeste, los Golden State Warriors dejan en la NBA una sensación de enorme respeto, admiración y sorpresa, más que por lo que han conseguido, por la manera en la que lo han logrado.


En un terreno (los Playoffs de la NBA) en el que los equipos suelen funcionar mediante enrevesados planteamientos defensivos, un estilo de juego más bien sobrio y de medio campo, los de la bahía de Oakland han maravillado a los aficionados del baloncesto efectuando un juego bonito, alegre, ofensivo, vistoso. Con su extremadamente talentosa línea de perímetro, formada por jugadores como Stephen Curry, Klay Thompson, Jarrett Jack o el novato Harrison Barnes, este equipo circula el balón a las mil maravillas, provocando que la defensa se desestabilice y poder lograr así tiros cómodos.






Otra razón por la cual han levantado pasiones ha sido el espectacular ambiente durante cada partido de los Playoffs en el Oracle Arena, su estadio en Oakland. Como dice el rapero Nach en una de sus canciones, "Cielo de discípulos, infierno de adversarios", ya que en cada partido el estadio era una fiesta, y el ambiente que había era una auténtica olla a presión que llenaba de nervios a sus rivales.














Además, los Warriors poseen un interesante juego interior, con jugadores contundentes como Carl Landry, Andrew Bogut, David Lee o Festus Ezeli, un jugador con potencial y que puede crecer al lado de estos grandes jugadores. Vamos a desglosar por encima lo que han sido estos Playoffs para el equipo revelación de la temporada desde un enfoque un poco más estadístico.
















En primera ronda se enfrentaron a unos Denver Nuggets que llegaban sin jugadores importantes como Danilo Gallinari, pero que habían firmado un buen final de temporada y era uno de los equipos más interesantes para ver jugar en la Conferencia Oeste. Con jugadores como Lawson o Chandler, los Nuggets practicaban un juego que resulta entretenido para el espectador. Sin embargo, no contaban con un fenómeno que les aguó la fiesta: Stephen Curry.

El joven base estrella de los Warriors, que ha sido el jugador sensación de estos Playoffs, aniquiló a los Nuggets a pesar de no hacer un buen primer partido, en el que los Nuggets vencieron por 97-95. Pero después la cosa cambió. Curry anotó en el total de la serie 146 puntos, un promedio de 24, 3 puntos por partido. Curry también destacó, tal y como suele hacerlo, en el aspecto de las asistencias, promediando 9 asistencias por encuentro. Pero si hay algún aspecto en el que Curry se ha consagrado, ese es el tiro de tres puntos. Curry metió en esta serie 23 triples de 53 intentos, lo que significa un porcentaje del 43% de acierto.



El escudero de Stephen Curry fue el sexto hombre de estos Warriors, Jarrett Jack, que impulsó al equipo con su gran capacidad anotadora (18 puntos por partido). El novato Harrison Barnes y el gran tirador Klay Thompson también fueron de enorme ayuda a los californianos, gracias a sus acciones clave y a la gran fluidez y movimiento de balón que aportaron al equipo. Los Warriors vencieron a los Denver Nuggets en 6 partidos, pasando de primera ronda por primera vez desde la temporada 2007, en la que pasaron a costa de los Dallas Mavericks, temporada en la que los San Antonio Spurs fueron los ganadores del título.














En las semifinales de la conferencia Oeste esperaban ya los San Antonio Spurs, que habían aniquilado a los Lakers en 4 partidos. Los Spurs tenían la ventaja, a parte del factor cancha, de tener una gran experiencia sobre los demás equipos. Son una auténtica máquina de jugar al baloncesto, dirigidos por el maestro Gregg Popovich, y así lo demostraron a unos Warriors que acusaron su cansancio e inexperiencia en las grandes citas.

A pesar de ello, los Golden State Warriors llegaron a meter el miedo en el cuerpo a los Spurs, perdiendo el primer partido tan sólo por 2 puntos, en una auténtica agonía de dos prórrogas que Manu Ginóbili se encargó de cerrar gracias a un gran triple a falta de 1 segundo en la segunda prórroga, con los Spurs remontando 16 puntos en los últimos 4 minutos del tiempo reglamentario, y con Stephen Curry en plan superhéroe: 44 puntos, 11 asistencias, 4 rebotes, 18-35 en tiros de campo y 6-14 desde la línea de tres puntos.




















En el segundo partido, los Warriors demostraron que no se irían de San Antonio sin dar guerra, y vencieron a los Spurs en su propio campo por 100-91. Esta vez el máximo artífice del triunfo Warrior fue el escolta Klay Thompson, casi impecable desde más allá del arco, con 8-9 en triples y 13-26 en tiros de campo. Curry también se sumó a la fiesta con 22 puntos, y la serie viajaba al Oracle con empate a 1.



















Sin embargo, el tercer partido comenzaría a marcar el declive de unos Warriors que no se esperaban lo que se avecinaba. Quedaban 5 minutos de partido cuando Stephen Curry, la indiscutible estrella del equipo, se torcía uno de sus maltrechos tobillos. Las alarmas saltaron en todo Oakland, y los Warriors no pudieron con  los Spurs en el último cuarto y con su líder ausente. Victoria para San Antonio por 102-92, que recuperaba el factor cancha.














En el cuarto partido, los Warriors demostraron que aun les quedaba mucho baloncesto que mostrar en esta temporada, y el novato Harrison Barnes consiguió su récord personal de puntos, con 26. Ayudado, como no, por Jarrett Jack (24 puntos) y por un Stephen Curry cuyos tobillos no estaban al 100% ni mucho menos, pero que fue capaz de anotar 22 puntos. Warriors 97-87 Spurs.














No obstante, los tejanos mostraron su oficio y experiencia, y comandados por el incombustible Tony Parker (25 puntos, 10 asistencias), enseñaron a los Warriors cómo se juega al baloncesto en unas semifinales de conferencia. Entre Curry y Thompson, los Warriors sumaron un horrible 6-22 en tiros de campo y unos escasos 13 puntos. Harrison Barnes volvió a contribuir de manera sólida con 25 puntos, que no significaron nada para su equipo. Victoria de unos Spurs por 109-91 que les hacía llegar con mucha confianza al que sería el último partido de la serie.





















En el último partido, Stephen Curry mostraba claros signos de dolor en sus tobillos, y Harrison Barnes tuvo que marcharse con un golpe en la cabeza al vestuario antes del descanso. Los Spurs jugaron muy eficientemente en equipo, como durante casi toda la serie, con una anotación muy repartida, mientras que los Warriors sucumbieron al acierto tejano, intentándose aferrar a Curry, que se marchó con 22 puntos a pesar de su cojera.





















Después de la derrota (en casa de Golden State), algunos aficionados permanecieron dentro del estadio para agradecer a sus jugadores el esfuerzo realizado durante toda la temporada, y Stephen Curry se dirigió al público para devolver el agradecimiento por el apoyo de los aficionados, tanto en la temporada regular como en los Playoffs. A pocos segundos a falta de la conclusión del partido, el entrenador de los Warriors, Mark Jackson, un hombre muy religioso, se emocionó al pie de la pista. No hay más que escucharlos a ambos. Es sencillamente estremecedor.











 Y así terminó una gran temporada para un equipo revolucionario, que este año , entre otras cosas, ha introducido por primera vez en mucho tiempo la camiseta de juego con mangas, un detalle no muy relevante pero curioso. Pero mucho más importante que esto, como comentaba antes, es la gran sensación que han dejado los Warriors en la NBA. Todos mis respetos para este equipo, que no puede hacer otra cosa sino mejorar.











Con algunos ajustes en verano que no trastoquen el núcleo joven del equipo y que mantenga esa química que hace jugar de manera tan espectacular, los Warriors pueden ser uno de los equipos a batir en la próxima temporada.

Antes de concluir, me gustaría dejaros aquí un apunte. Este es el enlace a la página web de los Warriors, donde, nada más entrar, podemos leer: "Thank you for a great season!", es decir, "¡Gracias por una gran temporada!" Esto es una de las tantas muestras que hacen ver que este equipo es especial, que el ambiente que hay en Oakland, como nos contaba Tim Fanning en la entrevista que realizó para mistardesdebaloncesto, "Oakland es una ciudad que respira baloncesto, y a pesar de tener sólo 500000 habitantes, constantemente produce jugadores de baloncesto. Es un lugar donde a la gente le encanta el baloncesto".




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