Desde el 6 hasta el 16 de junio se disputaron Las Finales de la Liga Endesa (la que conocemos como ACB), la segunda mejor liga del mundo. La disputaban el Barcelona Regal y el Real Madrid, primero y segundo clasificado en la fase regular, respectivamente. Esta final prometía espectáculo, intensidad y emoción y , sin duda alguna, no decepcionaron.
En el primer partido , el Real Madrid controló el juego desde el primer instante , con un Jaycee Carroll espectacular, secundado por Ante Tomic y Kyle Singler. El Real Madrid llegó a ponerse hasta con 17 puntos de ventaja, pero se fue relajando mientras veía cómo el Barcelona se acercaba en el marcador. Juan Carlos Navarro, Erazem Lorbek y Pete Mickeal (21, 18 y 17 puntos, respectivamente) fueron los grandes artífices de la remontada azulgrana. En los últimos 10 segundos, el Real Madrid tenía una ventaja de 2 puntos y la posesión. La responsabilidad recaía sobre Sergio Llull, pero falló. El de Mahón se jugó un triple sobre la bocina de la posesión que no entró, y el Barcelona cogió el rebote, salió rápido al contraataque y, en ese preciso instante, el mundo se paró. Marcelinho Huertas cogió el balón, dio... zancadas y casi desde el centro del campo anotó un triple sobre la bocina que, sin duda, quedará para la historia.
En el segundo partido, jugado también en Barcelona, el Madrid se basó en su defensa, efectividad y juego en equipo para, tal vez, dar la sorpresa, poner el 1-1 en la seria y mandarla de vuelta a Madrid. Los más destacados fueron Sergio Rodríguez (infalible durante toda la final), Nikola Mirotic y Jaycee Carroll, con 10 puntos ambos. El Madrid daba muestras de su fortaleza, que se consolidaría en el tercer partido.
Fue un partido raro, muy placentero para los que somos seguidores del Real Madrid. El Real Madrid estuvo increíblemente acertado en todas las facetas, incluida la de defensa, en la que mostraron su hambre de título, asfixiando a un Barcelona que se quedó en 59 puntos, y encajó 85 (y eso que es una de las mejores de Europa). Pues eso, 85-59. Era increíble. El Real Madrid se colocaba con "match-ball" con un resultado contundente, mostrando su calidad y determinación.
Mucha gente, incluidos los madridistas, daba por sentado que el Madrid ganaría el título de la ACB en el Palacio de los Deportes, en aquel partido 4. Ello era debido a la superioridad que el conjunto merengue había mostrado en los últimos partidos.
Sin embargo, el Barcelona sacó a relucir su experiencia, calidad y sed de venganza en el Palacio de los Deportes, y gracias a Erazem Lorbek, que estuvo inmaculado durante toda la serie (fue MVP de la final), los de Xavi Pascual se sobrepusieron por 81-75. Habría séptimo partido. No se podía pedir más.

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